Parnaso español 225
Esta, que duramente enamorada,
piedra, desde la tierra galantea
al Norte, que en el cielo señorea
con fija luz la redondez sagrada;
ésta, que sabe amar tan apartada,
maestro de mi amor ausente sea;
y al éxtasi que tiene por tarea,
imite l'alma en astros abrasada.
Y pues sabe del Ponto en la llanura
diferenciar las sendas, y del viento
regula en breve cerco la locura,
enseñe a navegar mi pensamiento;
porque de la atención a su luz pura
no le aparten suspiros ni lamento.