Parnaso español 207
Si el cuerpo reluciente que en Oeta
se desnudó, en cenizas desatado
Hércules, y de celos fulminado
(ansí lo quiso Amor), murió cometa,
le volviera a habitar aquella inquieta
alma, que dejó el mundo descansando
de monstruos y portentos, y el osado
brazo armaran la clava y la saeta,
sólo en mi corazón hallará fieras,
que todos sus trabajos renovaran,
leones y centauros y quimeras.
El Non Plus Ultra suyo restauraran
su dos columnas, si en tus dos esferas,
Lisi, el fin de las luces señalaran.