Parnaso español 205
Hago verdad la fénix en la ardiente
llama, en que renaciendo me renuevo;
y la virilidad del fuego pruebo,
y que es padre, y que tiene descendiente.
La salamandra fría, que desmiente
noticia docta, a defender me atrevo,
cuando en incendios, que sediento bebo,
mi corazón habita y no los siente.
Y porque un brazo sólo dio a la llama
Scévola, su valor y valentía
ocupa los autores y la fama.
Ventura es suya y desventura es mía:
pues ninguno me escribe ni me aclama,
teniendo en fuego la alma noche y día.