Parnaso español 151
Torcido, desigual, blando y sonoro,
te resbalas secreto entre la flores,
hurtando la corriente a los calores,
cano en la espuma y rubio con el oro.
En cristales dispensas tu tesoro,
líquido plectro a rústicos amores;
y templando por cuerdas ruiseñores,
te ríes de crecer con lo que lloro.
De vidrio, en las lisonjas, divertido,
gozoso vas al monte; y, despeñado,
espumoso encaneces con gemido.
No de otro modo el corazón cuitado,
a la prisión, al llanto se ha venido
alegre, inadvertido y confiado.