Parnaso español 146
Por más que el Tiempo en mí se ha paseado,
consumirme, Alejandro, no ha podido:
que del cuerpo que en mí tengo escondido,
fuerzas contra las suyas he sacado.
Aquiles es quien yace sepultado,
y con silencio duerme en largo olvido.
Respeta las cenizas en que ha sido
su valeroso cuerpo desatado.
Rayo fue de la guerra, a Troya espanto;
Júpiter tuvo miedo de su acero,
hasta que dejó el alma el frágil manto.
Diole la eternidad el docto Homero.
No le llores de Envidia; vierte llanto
de lástima de un hado tan severo.