Parnaso español 137

Otro a la muerte del mismo rey, sobre la causa que le movió al matador

(Parnaso español)

de Francisco de Quevedo


No pudo haber estrella que infamase
con tal inclinación sus rayos de oro,
ni a tanta majestad perdió el decoro
hora, por maliciosa que pasase.


Ni pudo haber deidad que se enojase
y diese tan vil causa a tanto lloro;
rayos vengan la ira al alto coro:
no era bien que un traidor se la vengase.


Gusto no pudo ser matar muriendo,
y menos interés, pues no respeta
la desesperación precio ni gloria.


Envidia del infierno fue, temiendo
que el ruido ronco de la guerra inquieta
despertara de España la memoria.