Parnaso español 127

Funeral discurso de Aníbal, tomando el veneno para morir, viéndose viejo, solo y desterrado

(Parnaso español)

de Francisco de Quevedo


Quitemos al Romano este cuidado,
y un número a sus muchos prisioneros,
pues me temen, los cónsules severos,
amenaza caduca de su estado.


Impaciente a los términos del hado,
salga la alma que armó tantos guerreros:
no aprenda a servir estos postreros
años, que del afán he reservado.


Pródigo del espíritu y la vida,
desprecio dilatar vejez cansada:
venganza les daré, no triunfo y gloria.


Que es desesperación bien entendida
buscar muerte a la afrenta anticipada:
quede a guardar la vida a la memoria.