Parnaso español 124
Blandamente descansan, caminante,
debajo de estos mármoles helados,
los huesos, en cenizas desatados,
del Marte genovés, siempre triunfante.
No los pises, no pases adelante,
que es profanar despojos respetados,
cuando no de la muerte, de los hados,
que obligan a la fama que los cante.
El rayo artificioso de la guerra,
émula de virtud la diestra airada,
en esta piedra a Federico cierra.
Que la muerte, en el plomo disfrazada,
no se la pudo dar en mar ni tierra,
sin favor de su mano y de su espada.