Parnaso español 097
Esa frente, ¡oh Gïaro!, en remolinos
torva y rugas pálida y funesta,
antes señas de toro manifiesta
que de estudios severos y divinos.
Tus semblantes ceñudos y mohínos,
si no descifran délfica respuesta,
obligan que, de risa descompuesta,
se descalcen los propios calepinos.
No tiene por fructífera el villano
la espiga que con uso se endereza,
sino la corva, a quien derriba el grano.
Hacia la tierra inclina tu entereza,
porque lo erguido se promete vano,
y que está sin meollo la cabeza.