Parnaso español 063
Para entrar en palacio las afrentas,
¡oh Licionio!, son grandes, y mayores
las que dentro conservan los favores
y las dichas mentidas y violentas.
Los puestos en que juzgas que te aumentas
menos gustos producen que temores,
y vendido al desdén de los señores,
pocas horas de vida y de paz cuentas.
No te queda deudor de beneficio
quien te comunicare cosa honesta;
y sólo alcanzarás puesto y oficio
de quien su iniquidad te manifiesta;
a quien, cuando quisieres, de algún vicio
pudieres acusarle sin respuesta.