Parnaso español 029

Un delito igual se reputa desigual si son diferentes los sujetos que le cometen, y aun los delitos, desiguales

(Parnaso español)

de Francisco de Quevedo


Si de un delito propio es precio Lido
la horca, y en Menandro la dilema,
¿quién pretendes, ¡oh Júpiter!, que tema
el rayo a las maldades prometido?


Cuando fueras un pobre endurecido,
y no del cielo majestad suprema,
gritaras, tronco, a la injusticia extrema,
y, dios de mármol, dieras un gemido.


Sacrilegios pequeños se castigan;
los grandes en los triunfos se coronan,
y tienen por blasón que se los digan.


Lido robó una choza, y le aprisionan;
Menandro un reino, y su maldad obligan
con nuevas dignidades que le abonan.