Parnaso español 023
No siempre tienen paz las siempre hermosas
estrellas en el coro azul ardiente;
y, si es posible, Jove omnipotente
publican que temió guerras furiosas.
Cuando armó las cien manos belicosas
Tifeo con cien montes, insolente,
víboras de la greña de su frente
atónitas lamieron a las Osas.
Si habitan en el cielo mal seguras
las estrellas, y en él teme el Tonante,
¿qué extrañas guerras, tú, qué paz procuras?
Vibre tu mano el rayo fulminante:
castigarás soberbias y locuras,
y, si militas, volverás triunfante.