Píramo
XIX.
Píramo
«Tú, de la noche gloria y ornamento.
Errante luna, que oyes mis querellas;
Y vosotras, clarísimas estrellas,
Luciente honor del alto firmamento,
»Pues ha subido allá de mi lamento[1]
El son y de mi fuego las centellas,
Sienta vuestra piedad, ¡oh luces bellas!
Si la merece; mi amoroso intento.»
Esto diciendo, deja el patrio muro
El desdichado Píramo, y de Nino
Parte al sepulcro, donde Tisbe espera.
¡Pronóstico infeliz, presagio duro
De infaustas bodas, si ordenó el destino
Que un túmulo por tálamo escogiera!
- ↑ Pues han subido allá de mi lamento.— Texto de Colon.