Pérdida de Antequera
De Antequera salió el moro
tres horas antes del día,
con cartas en las sus manos
en que socorro pedía.
Por los campos de Archidona
a grandes voces decía:
—¡Oh buen rey, si tú supieses
mi triste mensajería!
El rey, que venir lo vido,
a recebirlo salía
con trescientos de a caballo,
la flor de la morería.