ciliable, a quien había que aplastar a ser posible.
El duque de Choiseul no se limitó a eso; es un hombre de mucho ingenio, hace versos y tiene amigos que los hacen; pagó al rey de Prusia en la misma moneda, y me envió una oda contra Federico, tan mordaz y terrible como la de Federico contra nosotros. Véanse algunas muestras: $1.
"No aquel cuya feliz insanla de las artes en Alemania quiso la rápida fortuna; hijo, hermano y esposo fieroes el que un padre justiciero quiso ahogar ya estando en la cuna.
Es el mismo, aí, cuya audacia de las Nueve y del dlos de Traciaquiere las gracias y el arresto, y que en el Parnaso o con Marte no encuentra, a falta de otra parte, sino entre Zollo y Mevio puesto.
La guardia romana no enfrena, al salir Nerár a la escena, el desprecio de las legiones; y el opresor de Siracusa entrega, sin fruto, su muse a la befa de las naciones.
Sufre, pues, sin rigor, que luegose den a su inocente juego naturaleza y los amores.
¿Condenar puede acaso al goce quien, como tú, no lo conoce sino en brazos de sus tambores?", El duque de Choiseul, al enviarme esta respuesta, me aseguró que la mandaría imprimir si el rey de Prusia publicaba su obra, y que le vencería a plumazos como esperaba derrotarle a estocadas. En mi mano estaba, si hubiese querido divertirme, ver al rey de Francia y al rey de PruDigest by