Brandeburgo, por sí solo, cambió todo el sistema de Europa. El rey de Francia, para conservar su alianza, le envió al duque de Nivernais, hombre de talento, autor de muy lindos versos. La embajada de un duque y par. y poeta debía, al parecer, halagar la vanidad y las aficiones de Federico; pero se burlo del rey de Francia, y firmó el tratado con Inglaterra el mismo día de la llegada del embajador a Berlín, engañó con fimura al duque y par y disparó un epígrama con.tra el poeta.
El Gobierno de los Estados era entonces privilegio de la poesía. Había en París otro poeta, de noble cuna, muy pobre, pero amabilísimo, en una palabra, el abate de Bernis, después cardenal.
Había comenzado haciendo versos contra mí, y después llegó a ser amigo mío, lo que no le sirvió de nada; pero lo fué de la marquesa de Pom padour, y eso ya le fué más útil. Desde el Parnaso lo mandaron de embajador a Venecia; por entonces estaba en París en grandísime predicamento.
El rey de Prusia, en aquel hermoso libro de poashias, que el tal Freytag me pedía en Francfort con tanta insistencia, deslizó un verso contra el abate de Bernis: "Evitad de Bernis la estéril abundancia." No creo que el abate conociese el libro ni el verso; pero, como Dios es justo, Dios se sirvió de él para vengar a Francia del rey de Prusia..
El abate concluyó un tratado ofensivo y defensivo High by