Página:Voltaire - Memorias de su vida escritas por él mismo (1920).pdf/71

Esta página no ha sido corregida
67
 

bueno decirlo para que cunda el ejemmplo. A fuerza de ver literatos pobres y despreciados, pensé hace mucho tiempo que no era cosa de aumentar su número.

En Francia hay que ser yunque o martillo; yo nací yunque. Un patrimonio reducido se reduce aún más cada día que pasa, porque a la larga los precios suben, y a menudo los Gobiernos ponen mano en las rentas y en el metálico. Debe estarse atento a las operaciones que el ministerio, siempre entrampado y fluctuante, realiza en las finanzas del Estado. Nunca falta alguna que puede aprovechar un particular, sin quedar obligado a nadie; nada tan sabroso como labrarse uno mismo su fortuna; el primer paso cuesta más trabajo; los otros, son fáciles. Hay que ser económico en la juventud; así, en la vejez, se encuentra uno sorprendido con un capital. En esa edad es cuando hace falta la fortuna; yo la disfruto ahora, y, después de haber vivido en las casas de los reyes, me he hecho rey en la mía, a pesar de inmensas pérdidas.

Desde que vivo en esta opulencia tranquila / en esta independencia plena, el rey de Prusia ha vuelto a mí; en 1755 me envió una ópera que había sacado de mi tragedia Mérope; era, sin disputa, la peor que había escrito en su vida.

Desde entonces sigue escribiéndome; siempre he estado en correspondencia con su hermana, la margrave de Baireuth, cuya bondad para conmigo ha sido inalterable.

Digilired by