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puntiagudas y los tarsos robustos y reticulados por delante.» Su área de habitación esta en lo alto de la cordillera de los Andes, y de ahí su nombre.


Pericote, m.

«Rata grande. Asi lo definió Marty Caballero como americanismo, y así se usa por lo menos en Chile, en la Argentina y en el Perú. Convendría, pues, incluirlo en el Diccionario. Román.

Gay opinaba que esta voz pericote es netamente indígena, y cita varios pasajes de un manuscrito de fines del siglo XVIII en que aparece empleada y que sería ocioso reproducir aquí.


Péril, m. (Tessaria absinthioides).

«La chilca, el péril y alguna que otra mancha de chépica y esparto brotan con mucha dificultad por entre aquel terreno suelto y cargado de costras salinas.» Pérez Rosales. «De la cual se sacaba en el tiempo del coloniaje en las provincias del norte una resina que se usaba en lugar de la brea europea, el género senecio, del cual hay unas 150 especies en Chile.» Philippi. Cita la planta con el nombre de brea. Es una de las malezas mas perjudiciales, por la casi imposibilidad que hay para arrancarla de raíz; suele alcanzar hasta un metro de altura; sus hojas son alternas, con dientes en los bordes; las flores, de un color rojo pálido.

En cuanto a su etimología, Román cree que pueda venir del inglés peril; acaso, del araucano penulu, marchitarse, porque, en efecto, esa yerba se marchita apenas arrancada.


Petaquito. m. (Tinochorus Orbignyanus).

Una especie de las llamadas perdicitas en Chile, que habita las partes altas de la Cordillera de los Andes. El género a que pertenece se caracteriza por tener «las alas puntiagudas, los tarsos bastante delgados, y escutelados, es decir, que la membrana que lo cubre por delante parece formar escudo en su parte delantera,» y representa en Chile a las codornices de Europa. Philippi.

Lenz, n. 1047; y Román.