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Virus, un mundo microscópico
 
¿POR QUÉ NOS ENFERMAN
LOS VIRUS?

Primero debemos entender que los virus, al infectar las células, se multiplican en ellas y las destruyen. Al ir muriendo las células, el tejido u órgano afectado disminuye o pierde su función, con lo cual, la persona pasa de un estado de salud a uno de enfermedad por incapacidad funcional.

Por ejemplo, si el virus de la hepatitis A infecta las células del hígado (hepatocitos) afectará la metabolización de una serie de moléculas, dentro de ellas, la bilirrubina. Esto hará que la persona infectada se ponga de color amarillo ya que no se estará degradando el compuesto (bilirrubina). Como consecuencia, el hígado perdió su capacidad funcional y la persona afectada se enfermó.

En segundo lugar, para que un virus infecte una célula necesita atravesar las barreras físicas y químicas del cuerpo. Debe entrar a una célula que soporte la replicación y, a su vez, debe evadir la respuesta inmune del hospedero.

Si el sistema inmune no es capaz de contener la infección o eliminar al virus de forma rápida, entonces la persona infectada comienza a presentar síntomas de la enfermedad.

Muchas veces, las infecciones no logran causar enfermedad y generan cuadros subclínicos que pasan inadvertidos porque el virus es neutralizado por nuestro sistema inmune o porque no logra replicarse. La gravedad de la infección y la posibilidad de causar enfermedad también depende de la cantidad de partículas virales y virus a las que fue expuesta la persona y el punto de entrada al organismo.