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W. E. RETANA

En fin, unos ciento veinte mil pesos importa la suscripción popular para erigir á Rizal un monumento en Manila, en la Luneta precisamente, en el sitio en que vertió su sangre por la Patria… ¡Legítima consecuencia, todo ello, del error en que se incurrió fusilándole!

Ramiro de Maeztu ha escrito[1]: «No es la muerte lo que Rizal se merecía, sino el premio y la ayuda, porque el autor de Noli me tángere, la novela del sufrimiento filipino, fué uno de los que trabajaron con mayor ahinco por hacer compatibles la bandera de España con el despertar de su país… ¡Y sin embargo le matamos!… ¡Y sin embargo no nos maldijo en la hora de la muerte!…»

Y Miguel de Unamuno[2]: —«Al mismo Rizal, tan amante de España, tan ilustradamente amante de ella, le colgaron el plibastiero, el filibustero. Y se lo colgaron porque la amaba con inteligencia, y no con ese amor ciego y bruto que no es sino una energía huera, enamorada de una unidad tan huera como ello; no con ese amor instintivo y que, como el toro, se va tras la capa, ese instinto que al sentir «que tremola sin baldón la bandera roja y gualda, siente frío por la espalda y le late el corazón», según reza la tan conocida como deplorable cuarteta. La cabeza le latía al pensar en España, y el corazón según la cabeza y no por corrientes medulares.»

Y Blumentritt[3]: —«Rizal ha sido el hombre más importante, no sólo de su pueblo, sino de toda la raza malaya. Su memoria no desaparecerá de su patria, y futuras generaciones pronunciarán con respeto el nombre de Rizal, diciendo: No fué enemigo de España.»

Digan lo que quieran D. Nicolás de la Peña y D. Enrique de Alcocer y R. de Vaamonde, que juzgaron á Rizal oficialmente.


LA TUMBA Y LOS RESTOS DE RIZAL


El cadáver de Rizal fué conducido, inmediatamente después de la ejecución, al cementerio general de Paco, y sepultado en tierra en el mismo sitio precisamente en que se enterró al P. Burgos. La tumba quedó señalada con una cruz. En 1898, por Agosto, á raíz de rendida


    Rizalina. —Anualmente, la Iglesia Filipina Independiente celebra los aniversarios de Rizal (el 30 de Diciembre) y de los tres Sacerdotes ahorcados el 17 de Febrero de 1872, y constan en sus Calendarios de todos los años. Es de advertir que nuestra Iglesia no dirige oraciones á los Santos, sino sólo á Dios, fundándonos en la Biblia y en la consideración de que como ellos no son obicuos ni omniscientes, no podrían oir esas oraciones.»

  1. Artículo intitulado Nozaleda y Rizal, inserto en Alma Española, núm. 10: Madrid, 10 Enero 1904.
  2. Artículo intitulado Más sobre la crisis del patriotismo, publicado en Nuestro Tiempo: Madrid, 10 Marzo 1906.
  3. Palabras con que termina la Necrología citada en la nota 22.