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VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL


Á RIZAL

No has muerto, no. Tu espíritu sublime,
que no manchó la infamia del tirano,
en el alma del pueblo soberano
con ígneos rasgos su entereza imprime.

Palpita en nuestras auras, late y gime
hasta la entraña azul del Oceano,
y fulgura en la frente del anciano,
alienta al niño, á la mujer redime.

No has muerto, no. La gloria es tu destino;
tu corona, los fuegos de la aurora,
y tu inviolable altar nuestra conciencia.

¡No! El germen que sembraste en el camino
donde cayó tu sangre redentora,
¡ya es el árbol de nuestra independencia!

Fernando M.ª Guerrero.

25 Septiembre 1899.


Á RIZAL

¡Héroe inmortal, coloso legendario;
Emerge del abismo del osario
En que duermes el sueño de la gloria!
Ven; nuestro amor, que tu recuerdo inflama,
De la sombrosa eternidad te llama
Para ceñir de flores tu memoria.

Esta es la fecha, el día funerario
En el cual el tirano sanguinario
Te hizo sufrir el último tormento,
Cual, si al romper el ánfora de tierra,
La esencia que en el ánfora se encierra
No hubiera acaso de impregnar el viento.

¡Cuánto te debe el Pueblo! En tu calvario
Eras ayer el astro solitario
Que alumbraba los campos de batalla,
La dulce aparición, risa del cielo,
Que infundía á los mártires consuelo,
Valor al héroe y miedo á la canalla.

¿Quién no sintió huïdas sus congojas
Repasando tu libro, en cuyas hojas
La popular execración estalla?
Hermanando la mofa y el lamento,
Vibra encarnado en su robusto acento
El silbo agudo de candente tralla.

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