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W. E. RETANA

M. Odekerchen, Director de L'Express, de Lieja, periódico en el cual escribió algo el Dr. Rizal.

El Dr. Ed. Seler, traductor al alemán del Último pensamiento.

Mr. H. W. Bray, distinguido escritor inglés.

Mr. John Foreman, autor de varias obras sobre Filipinas, algunas de ellas muy celebradas.

Herr C. M. Heller, naturalista alemán.

El Dr. H. Stolpe, sabio sueco, que por Agosto de 1898 llevaba dadas no pocas conferencias sobre Filipinas y Rizal en las principales poblaciones de dicha nación. —Después publicó un opúsculo, intitulado: José Rizal | En Filipinsk författares och politikers lefnadshistoria. (Tirada aparte de la revista sueca Nodisk tidskift, 1899.) Consta este estudio de 24 páginas en 4.º, y contiene la reproducción de un retrato de Rizal y dos de las varias esculturas hechas en barro por el inmortal tagalo. Al final del trabajo va la traducción, en verso, del Último pensamiento, de Rizal. —V. las láminas 3, 4 y 7.

El Sr. Armand Lehinaut, ingeniero y literato austriaco.

El Dr. J. M. Podhovsky, notable escritor tcheque, autor de una obra sobre las Filipinas y el Dr. Rizal.

La lista de los libros, revistas y periódicos en que se ha honrado la memoria de Rizal, sería interminable[1]; y un intento de biblio-


  1. Interminable; esta es la palabra. El 11 de Marzo de 1887, decíame Blumentritt desde Leitmeritz: «Todas las noticias de la prensa extranjera confirman lo que ya le he dicho: el fusilamiento de Rizal ha sido contraproducente. Rizal deportado, Rizal desterrado, no fué nunca ni habría podido ser peligroso á España. Pero Rizal fusilado, no sólo fanatiza á los insurrectos, sino también quita muchas simpatías en el Extranjero á la causa de España. El Sr. Alberto Müller (austriaco) dijo que Rizal le decía: Yo nunca seré rebelde, pero los españoles me tratarán como á un rebelde; quizás me matarán; pero yo sé que entonces me vengarán mis paisanos
    Para que se juzgue del sinnúmero de periódicos que hablaron de Rizal, baste este solo apunte: el 29 de Enero de 1897, decíame Blumentritt en carta que conservo: —«De los setenta y tres recortes que tengo á mi vista y en los cuales se reproducen muchas anécdotas é intimidades de la vida que llevó Rizal en sus estancias en Europa»… Si sólo Blumentritt contaba con 73 recortes á los treinta días justos del fusilamiento, calcúlese la infinidad de papeles que de Rizal hablarían.
    El día antes, ó sea el 28 de Enero de 1897, escribíame el sabio profesor en carta que, como todas las citadas, conservo cuidadosamente: —«Se dice en círculos coloniales que Inglaterra, Japón y América están intrigando para pedir que, en vista de que los españoles siguen en Filipinas una política que turba y turbará siempre la paz en el Extremo Oriente, consientan las demás naciones que se establezca en el Archipiélago una guardia civil internacional, del mismo modo que en la isla turca de Creta… Mala impresión hacen en el Extranjero las noticias de las torturas que se emplean en los procesos contra verdaderos y supuestos filibusteros. También se admira en sentido negativo que los españoles en Filipinas tratan con desprecio á las tropas indígenas, cuya lealtad bajo