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POST MORTEM




(1887-1907)


La noticia de la trágica muerte de Rizal causó verdadero sentimiento en todo el mundo civilizado, pero señaladamente entre los hombres de mérito que le habían leído ó conocido. Una simple enumeración de los, homenajes tributados en Europa y América á la memoria del Gran Tagalo lo acredita.

Pongamos en primer lugar al sabio profesor etnógrafo Fernando Blumentritt, el cual, en una carta dirigida al Sr. Mariano Ponce, el más caracterizado de los amigos de Rizal, se expresaba así: «Mi corazón está herido. ¡Tú sabes con qué cariño le amaba!… Muchas celebridades europeas trabajaron para salvarle; pero no obtuvieron la victoria: aquella alma noble subió al cielo. Su fusilamiento es un hecho contraproducente para el dominio español: de modo que toda aquella crueldad no sólo era inútil, sino también una imprudencia política del mayor calibre… Las ideas que habían nacido en su alma le sobrevivirán»[1]. —Esta carta debió de ser escrita inmediatamente de saber Blumentritt el fusilamiento. Por el estilo es la que dirigió al que traza estos renglones[2]. Algo más tarde, el insigne


  1. Carta publicada en La Independencia: Malabón, 4 Noviembre 1898. —Casi todos los datos de la enumeración que haremos en esta primera parte del presente artículo, están tomados de dicho número de La Independencia. Nótese bien la fecha: España no había perdido del todo, oficialmente, el Archipiélago; pero su dominación estaba agonizante, porque á los pocos días se firmó el Tratado de París.
  2. Con fecha 2 de Enero de 1887, decíame el profesor Blumentritt en carta que conservo: —«Estoy bajo la fuerte impresión de la muerte del desgraciado Rizal, que siento muchísimo, porque yo le he amado mucho, pues era no solamente un hombre de muy clara inteligencia, sino también un hombre de buen corazón y de una amabilidad encantadora: y no soy el único europeo que esto dice, sino todos los franceses, ingleses, holandeses, alemanes, austriacos y suizos con que se puso en contacto personal; todos dicen lo mismo, y es mi consuelo que su triste muerte no le conducirá al olvido de los muchos célebres europeos cuyas simpatías se había conquistado.» … «Pero no sólo siento este fusilamiento como una pérdida personal, sino que lo siento también porque esta pérdida sólo servirá á crear más odios á España en aquel país (Filipi