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VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL

Timoteo Páez, José Dizón, Domingo Franco y Deodato Arellano, añadiendo Martín Constantino que el objeto y fin de la Asociación[1] era el matar á los españoles, proclamar la independencia del país, nombrando Jefe supremo á Rizal [que cuando le consultaron rechazó de plano la idea de la Revolución], y añadiendo Águedo del Rosario que el tantas veces repetido Rizal era el Presidente honorario del Katipunan, y que su retrato figuraba como tal en el salón de actos.

»Que tenía importancia suma la expresada «Liga Filipina» y que, merced á la misma, y debido principalmente al Reglamento hecho por Rizal, el trabajo de la insurrección fué extendiéndose de día en día por todo el Archipiélago, lo prueba la misma organización de esta Sociedad ilícita, que voy á dar á conocer al Tribunal en cuatro palabras.

»Estaba regida la expresada Sociedad por un llamado Consejo Supremo con residencia en esta capital, compuesto de un Presidente, un Tesorero, un Fiscal, un Secretario y doce Consejeros; además tenía establecidas Delegaciones en la Península y en Hong-Kong. En cada provincia debía formarse un Consejo provincial con igual organización que el Supremo, pero limitándose á seis el número de los Consejeros, que á su vez tenían á sus órdenes tantos Consejos populares como pueblos hubiera en la provincia. Estos Consejos populares debían funcionar en la demarcación del pueblo, dependiendo directamente del Provincial respectivo, así como éstos á su vez del Supremo. Mas comprendiendo el procesado la excepcional importancia que para el triunfo de su causa era el extender con preferencia la semilla del separatismo en la Capital, dispuso con maquiavélica intención que cada uno de los doce miembros del Supremo, como personas de influencia y de posición, constituyesen un Consejillo popular, dentro de las zonas de su habitual residencia, para que en constante contacto con las masas populares, fuese creciendo en la primera ciudad del Archipiélago el número de los enemigos de España.

»Para sostener esta extensa organización, hacían falta fondos, y á este objeto, los respectivos tesoreros de los Consejos tenían el encargo de recaudar un peso de entrada por cada iniciado, y medio de cuota mensual por asociado, debiendo ir más tarde toda la recaudación á una Caja central establecida en la Tesorería del Supremo.

»Vea, pues, el Tribunal si la «Liga Filipina», con esta organización tan vasta, ha sido factor importante, mejor dicho el principal factor de la insurrección, y vea si el Dr. Rizal, al darla vida forman-


  1. Confúndese aquí la Liga con el Katipunan, que no es poco confundir para los efectos de un dictamen.