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W. E. RETANA

este mes. No se acuerden de nada: estamos todos en las manos de la Divina Providencia. No todos los que van á Cuba se mueren, y al fin uno se ha de morir: siquiera que muera haciendo algún bien.

»Cuídese V. mucho y cuide á mi anciano padre, para que nos volvamos á ver otra vez. Muchos recuerdos á mi hermano, hermanas, sobrinos y sobrinas, tías, etc. Salgo tranquilo, confiado en que mientras Vs. vivan la familia estará unida y reinará en ella la antigua cordialidad. Ustedes son el lazo que nos une á todos.

»El Excmo. Sr. Cpn. Gral. se ha portado conmigo muy bien: voy á demostrarle, si Dios me da tiempo y salud, que sé corresponder.

»Sin más, mi amadísima madre, bésole á V. la mano y á mi padre, con todo el afecto y el cariño de que mi corazón es capaz: denme su bendición, que bien la necesito. Un cariñoso abrazo á cada una de mis hermanas: que se amen unas á otras como yo las amo á todas.

»Su hijo, —José

(Sin fecha, y algo deteriorada.) [En bahia, 2 Septiembre 1896.]

…«hermanas: les recomiendo cuiden, …van y amen á nuestros padres, como ellas quisieran que las cuidasen, sirviesen y amasen después sus hijos, cuando estén en la ancianidad. Que vivan unidas, y se perdonen unas á otras asperezas y defectillos —espinas naturales de la vida,— porque es un disgusto para los padres el ver que sus hijos no viven en harmonía. Después, cuando nuestros padres estén muertos, los echaremos muy de menos, y sentiremos no haberles servido mientras vivían.

»Á mis cuñados les doy tantas gracias por la amistad que siempre me han dispensado: me han querido como á hermano; no puedo quererles de otra manera.

»Á mis sobrinos y sobrina, que estudien, sean buenos, obedientes á sus padres, abuelos y tías.

«Á mis chicos, que sigan portándose bien, que á sus… sabré cuidarme de ellos otra vez… vuelvo; eso Dios lo dispondrá; no han perdido nada: siempre es bueno haberse portado bien. —José Rizal.

»Á Teodosio: que siga siendo buen chico, estudioso, trabajador y obediente.

»Á Tanís: que no trate de tener lo mejor para sí; que trate de hacer lo mejor para los otros.

A Morís: que sea siempre bueno, obediente.»

¿No es verdad que más que cartas de despedida parecen disposiciones testamentarias? Rizal, sin embargo, iba tranquilo, limpia la conciencia, y de ello se tiene la mejor prueba en lo acaecido cuando, á los seis días de navegación, tocó el Isla de Panay en Singapore. Rizal bajó á tierra; tuvo sus dudas… Quedándose en Singapore se