Página:Vida y escritos del Dr. José Rizal, por Wenceslao Retana.pdf/368

Esta página ha sido corregida
348
W. E. RETANA

distinguida consideración afectísimo amigo y compañero q. b. s. m., Ramón Blanco

»La recomendación para el Sr. Ministro de Ultramar es idéntica.

»Con estas cartas salí de Manila el 3 de este mes, confiado en que iría á Cuba á conquistar nombre y deshacer calumnias. Ahora me dicen que no voy allí. ¡Esto no lo puedo creer, pues sería la mayor injusticia y la infamia más abominable, indigna, no de un militar, sino del…![1]. Yo me he ofrecido como médico, arriesgando la vida en los azares de la guerra y dejando todos mis negocios: soy inocente, y no tengo participación ninguna en los alborotos, y lo puedo jurar, ¡¡y ahora en pago me envían á presidio!!

»No lo puedo creer: España no pueda portarse tan infamemente; pero así lo aseguran á bordo.

»Te comunico estas noticias para que juzgues de mi situación.

»Tuyo, —José Rizal»[2].

Pero ¿qué había pasado durante los veintiséis ó veintisiete días que Rizal permaneció en la bahía de Manila, en un buque de guerra, aislado de todo el mundo, salvas las contadas personas de su familia que fueron á verle alguna que otra vez? Ya queda dicho (en la nota 434): ¡estalló el Katipunan!… De los comprometidos, unos, como el médico D. Pio Valenzuela, se presentaron á indulto; otros, muchísimos, fueron aprehendidos. Instruyóse un gran proceso[3], del que fué Juez especial el coronel de infantería D. Francisco Olive, el mismo á quien vimos en Calamba en 1891, y resultando Rizal encartado, pues que su nombre había salido á relucir en varios documentos y declaraciones, Olive reclamó á Rizal, que se hallaba ya cerca de España, y Blanco, por consiguiente, vióse obligado á telegrafiar al Capitán general de Barcelona encareciéndole que lo retuviera y lo reembarcara cuanto antes, á fin de que en Manila pudiese responder á los cargos que se deducían del proceso. La noticia de


  1. Suprimo aquí la palabra ofensiva escrita por Rizal, por creer erróneamente que el general Blanco le había engañado. —Nota del profesor F. Blumentritt.
  2. Rizal mandó dos ejemplares de esta misma carta á Blumentritt, uno escrito con tinta y otro con lápiz. Blumentritt, andando el tiempo, remitió copia á Manila, al director de La Independencia, y dicha copia fué publicada en el citado diario, núm. del 2 Enero 1899. Después lo fué en el Homenaje á Rizal. — Por cierto que Blumentritt dice: «Parece que un pasajero escribió las señas del sobre de la una (copia), pues no es de puño de Rizal.» — De lo que inferimos que alguien abrió el sobre, rompiéndolo, y le puso uno nuevo que, naturalmente, no podía ir de letra de Rizal.
  3. Muchas de las declaraciones de ese gran proceso fueron publicadas por el que esto escribe, bajo el titulo: Documentos políticos de actualidad, en el tomo iii del Archivo del Bibliófilo Filipino; Madrid, 1897.