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VIDA Y ESCRITOS DEL DR. RIZAL

no es para tocado en las condiciones en que me encuentro, como V. R. podrá comprender, sin libertad: una idea algo independiente sería provocativa, y otra afectuosa sería considerada como bajeza ó adulación, y yo no puedo ser ni provocador, ni bajo ni adulador. La política, para que pueda tratarse luminosamente y produzca resultados, necesita, á mi ver, dilatadas esferas de libertad.

»Acerca de la génesis de mis obras y escritos, V. R. me sugiere una idea que no sospechaba, al aludir á ciertos resentimientos y á mi dignidad vulnerada. No niego la posibilidad de que tal haya podido acontecer respecto á mis últimos escritos[1]; pero con respecto á los primeros… Con la sinceridad é imparcialidad de que es susceptible un hombre al examinar su pasado, he vuelto los ojos á los frescos años de mi juventud y me he preguntado si pudo alguna vez el resentimiento mover la pluma con que escribía el Noli me tángere, y mi memoria me ha contestado con la negativa. Si en varias ocasiones me han tratado con marcada injusticia, si contra toda razón se han desoído mis quejas, yo era muy joven aún, perdonaba más pronto todavía de lo que hago ahora, y por profundas que fueron las heridas, se cicatrizaron al fin, gracias á la buena pasta con que me ha dotado la Naturaleza. No hubo, pues, «heridas enconadas», no hubo «espinas que se hayan ido profundizando»; lo que hubo fué una clara visión de la realidad en mi patria, el recuerdo vivo de lo que pasa y el suficiente acierto para juzgar la etiología, de tal manera, que no sólo pude pintar lo acontecido, sino que también adiviné el porvenir, puesto que aun ahora mismo veo realizarse lo que llamé novela, con tanta exactitud, que puedo decir que asisto á la representación de mi propia obra tomando parte en ella»[2].

(Trata luego de cómo y cuándo escribió su mencionada novela, que ya hemos reproducido (en la página 105), y prosigue:)

«Quédole muy agradecido por su caridad inmensa, cuando dice: «Si con sangre de mis venas pudiera yo borrar aquellas premisas», etcétera. Es cierto que mi situación no es muy agradable, acostumbrado como estoy á vivir en otras atmósferas, á gozar de la libertad necesaria al hombre para que sea responsable de sus actos; es cierto que tengo que privarme de muchas cosas, y más aún que reprimirme; que la pérdida de la familia, la destrucción de un porvenir preparado durante toda la juventud, la reclusión del mundo social, constituyen


  1. Es decir, los que siguieron á las deportaciones de todos sus parientes y amigos, la destrucción de sus casas y el lanzamiento de las tierras que cultivaban; la ruina, en suma, de todos los allegados á Rizal.
  2. Exacto, exactísimo: Rizal, como Ibarra, el protagonista de Noli me tángere, vino, por amante del progreso de su país, á ser calificado de «filibustero» y, consiguientemente, á sufrir las consecuencias.
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