Página:Vida y escritos del Dr. José Rizal, por Wenceslao Retana.pdf/156

Esta página ha sido corregida
136
W. E. RETANA

largos de ausencia; eran ya ancianos sus padres, y ansiaba verlos, y juzgar á la vez del verdadero efecto que entre sus compatriotas había causado la novela. — El viaje de retorno se lo pagaron el pintor Luna y D. Felipe Roxas[1]. — La colonia filipina de Europa, después de conocer Noli me tángere, vió en el joven Rizal el hombre de mayor carácter, de mayor dignidad y de mayor cultura que la raza tagala había producido. Rizal llevaba esta satisfacción al volver á su país, y es de suponer que llevase también el presentimiento de los grandes sinsabores que en su país le esperaban. Allí estaba ya calificado: era un filibustero ardiente; y, sin embargo, no era Rizal sino un nacionalista romántico, defensor de España, amante de España, pero enemigo de los malos españoles que infestaban su país, así como lo era del régimen político-administrativo de España en Filipinas. Á raíz de saber su fusilamiento, el sabio Blumentritt, lleno de pesadumbre, me escribía[2]:

«Á Rizal, que con tanta franqueza hablaba en los salones de Europa sobre los asuntos de su patria, no se le oyó nunca una frase separatista; y hasta defendió á España cuando un inglés brutal, ó un francés divino, ó un alemán grosero dijo algo ofensivo para España. Cuando se hablaba de separatismo, siempre dijo que la separación se alcanza á costa de mucha sangre, mueren en la guerra los mejores hombres y, si triunfara, el país se convertiría en esclavo comercial de otro, ó se arruina, porque el espíritu revolucionario no muere, sino que continúa por muchas generaciones; y mostró el ejemplo de España y las Repúblicas hispano-americanas. Y estas opiniones se pueden observar en sus novelas. Aborreció verter la sangre, y repetía muchas veces las palabras de Bismarck: La sangre es un líquido muy caro; no está destinada por Dios para ser derramada por la realización de ideas políticas».

El mismo Prof. Blumentritt, en la necrología ya citada (en la nota 22), nos da una idea de la que Rizal había formado de las razas; son de sumo interés los párrafos que siguen:

«Rizal desarrollado en el medio español no estaba en este sentido mejor educado que los mismos españoles; sólo yo le hice ver lo deficiente de su educación, y entonces buscó con verdadera pasión el medio de extender sus conocimientos en este sentido. Las Etnografías generales de Preschel, F. Muller, Waitz-Gerland y Ratzel, las Etnografías paralelas de Andree, las publicaciones de Historia de la


  1. Este dato salió á relucir cuando el célebre proceso del pintor, en París, por haber, en 1892, dado muerte á su mujer y á su suegra, y herido á un cuñado.
  2. Carta, que conserve, fechada en Leitmeritz, 2 Enero 1897.