»Con los marabinos confinan los Ambiciosos, nación turbulenta y traviesa, y que frecuentemente ha intentado turbar la tranquilidad de los sevarambos.
Pero sus perversas intenciones han sido inútiles, y ahora Sevaraminas tiene siempre tropas en sus fronteras para tenerlos sujetos. Pudiera todavia describiros hasta otros trece principados que, a imitación de éstos, no están habitados sino por desterrados, y que también se sublevaron una vez contra el rey; baste deciros que, habiendo costado mucho trabajo el contenerlos, fué preciso construir fuertes y ciudadelas en sus fronteras, de suerte que hoy viven allí encerrados como en una prisión inaccesible.
»Otra provincia que no debo olvidar es la de los Necios, o la isla de Cracos, como nosotros la llamamos. Está situada al Sud de Seravandina. En ella gozan con abundancia y quietud de todo lo necesario para la vida en una palabra, la fortuna cuida de los Necios mientras deja a los Trapacistas que trabajen para su subsistencia.
»Si tuvierais la curiosidad de visitar estas provincias, no dudo que nuestro sabio rey os lo permitiría, y os concedería una guardia suficiente para precaver los insultos; pues, a pesar de la tranquilidad de que gozamos en nuestro dichoso clima, sin embargo las islas adyacentes están sujetas a los mismos desórdenes a que vivís expuestos en vuestro mundo septentrional, por la malicia de los espíritus aéreos que se introducen en el corazón de los hombres. Aun los sevarambos mismos no están del todo exentos. Tienen un cierto árbol aromático cuyo delicioso olor ahuyenta muchos de ellos de los aires, y con todo se ven obligados mil veces a recurrir a sus sabios que aprisionen estos espíritus malhechores a uno de dichos árboles, y los azoten con correas que sacan de su corteza. Asf, ved si queréis arriesgaros a entrar en unos
