una simple ojeada bace temblar las rodillas de los potentados; amable como la primavera, placentero como el verano, abundante como el otoño, terrible como el misino invierno; a todos nuestros vasallos amigos y leales, salud.
»S. A. M. propone al hombre montaña ciertos artículos preliminares, cuya observancia será obligado a ratificar por juramento solemne.
»1.° El hombre montaña no saldrá en ningunu manera de nuestros vastos dominios sin nuestro permiso expreso, y autorizado con el gran sello.
»2.° No tendrá libertad de entrar en nuestra corte sin nuestra orden expresa, a fin de que haya tiempo de avisar a todos sin confusión, que se recojau a sus casas, y no salgan de ellas.
»3.° El dicho hombre montaña no podrá pascar sino en los caminos reales de ruedas, y se guardará bien de pisar, ni acostarse en ninguno de nuestros prados y mieses.
»4.° Cuando paseo en los dichos caminos pondrá todo el cuidado posible en no despachurrar con sus enormes pies a ninguno de nuestros ficles vasallos, sus caballos o carruajes; y no será osado a poner sus manos sobre ninguno de nuestros dichos vasallos a nienos de que preceda su consentimiento.
»5.° Si fuere necesario que algún correo de gabinete salga a diligencia demasiado urgente será obligado el hombre montaña a llevar dentro de su faltriquera al dicho correo basta seis jornadas, una vez en cada luna, y (requerido que sea) deberá sacarle y ponerle en nuestra presencia imperial sano y salvo.
»6°. Será nuestro aliado contra nuestros enemigos de la isla de Blesfuscu, y hará cuanto esté de su parte para destruir la flota que actualmente están armando, con destino a hacer un desembarco en nuestras costas.
»7°. El dicho hombre montaña en las horas que