Página:Viajes de Gulliver (1914).pdf/297

Esta página no ha sido corregida
— 296 —

bles personajes por bajo del mío, mientras que Cashida y Bonascar se colocaban con mi comitiva en otra mesa separada. Acabada la cena los llevaron a unas camas muy decentes, para cada dos una, y a mí me acompañaron Sermodas y los otros hasta la mía, retirándose después de darme las buenas noches. Pero antes que me durmiese llegó Cashida a decirme que ría por la mañana a prepararme para la audiencia de Albicorinas, gobernador de Sporunda, puesto que ha bía dado orden de que nos llevasen a su palacio.

»Serían las seis de la mañana cuando me despertó una campanilla. I'asé cerca de otra hora reflexionando sobre el capricho de nuestra suerte; y estando en esto, entraron Cashida y Bonascar a darme los buenos días y preguntarme si necesitaba alguna cosa.

Quise vestirme para recibirlos con más decencia, y no lo permitieron, pretextando que debía ponerme otros vestidos. En efecto, un momento después se presentaron en mi cuarto algunos sirvientes con vestidos de lino y lans, según su estilo, y otros con una vasija de agua caliente para que me bañase. Preparado todo, me dejaron solo con un criado, el cual me dijo cómo me había de lavar y me ayudó a hacerlo : me dió una camisa, calzoncillos y medias de algodón, zapatos, sombrero negro nuevo, y una bata de varios colores con un ceñidor negro también. Finalmente, me vistió o me disfrazó en un perfecto sporundano, marchándose después con mis vestidos antiguos; de suerto que cuando volvió Cashida a instruirme de lo que debía hacer en presencia de Albicormas y su Consejo, nos detuvinos muy poco, y echamos a andar hacia un patio donde me esperaban los míos, vestidos como yo, a excepción de no ser la ropa tan fina, y en lugar de sombreros gorros.

» A corto rato vino Sermodas a cumplimentarnos, y salimos para palacio llevándome de la mano por las calles seguidos de la comitiva de dos en dos, Cashida