que tenga cualidades contrarias y queda todo compensado, como sucede a veces entre nosotros, que la mujer es el marido y el marido la mujer; de suerte que ni aun en este caso degenera la sucesión: pues heredan y perpetúan dichosamente las propiedades de los que les dieron el ser.
IX
PARLAMENTO DE LOS HOUYHINENMS».-CUESTIÓN IMPORTANTE TRATADA EN ESTA ASAMBLEA DE TODA LA NACIÓN. PORMENORES DE ALGUNOS USOS DEL PAÍS.
Durante mi estancia en aquel país, y como tres meses antes de mi partida, hubo una asamblea general de toda la nación, o Parlamento en que se trató un negocio que había estado ya mil veces sobre el bufete: una cuestión que solamente ella pudo dividir jamás los ánimos de los houyhnhnms. Mi amo asistió como diputado de su cantón, y me refirió en casa cuanto había pasado sobre el asunto.
Tratábase de decidir si convendría exterminar absolutamente la raza de los yahous. Uno de los miembros sostenía la afirmativa, apoyando su voto sobre diversas pruebas inuy fuertes y muy sólidas. Alegaba que el yahou era el animal más deforme, perjudicial y perverso que había producido la Naturaleza, no menos mano que indócil, siempre maquinando cómo ofender a los demás. Trajo al intento una antigua tradición esparcida por el país, según la cual no siempre había habido yahous en él, sino que en tal siglo habían aparecido dos en la cima de una montaña, ya que hubiesen salido del limo craso y glutinoso fermentado por los rayos del sol o ya que la espuma del mar los hubiese engendrado, y que estos dos yahous habían procreado tanto que el país se hallaba todo infestado. Que para prevenir los daños de semejante multiplicación, los houghnhnms de otros tiempos ha-
