Página:Viajes de Gulliver (1914).pdf/207

Esta página no ha sido corregida
— 206 —

timo de mis viajes el titulo de capitán de buque, Ilevando a mis órdenes cerca de cincuenta yahous, cuya mayor parte había perecido en el camino, y me había sido forzoso reemplazar con otros de diversas naciones que nuestra nave había estado dos veces en peligro de naufragar, la primera por una violenta teinpestad, y la segunda por haber chocado contra una roca.

Aquí me interrumpió para preguntarme cómo había podido enganchar extranjeros de distintos climas, viendo los riesgos y pérdida que había sufrido. Le respondí que todos eran gentes infelices, sin casa ni hogar, que habían dejado su patria o por el mal estado de sus negocios o por delitos que habían cometido: unos consumidos en procesos y despojados por la ley: otros por el juego y sus desenfrenos, y casi todos traidores, asesinos, ladrones, falsarios, sobornadores y desertores escapados de prisión, que no se atrevían a volver a su patria por temor de ser ahorcados o, cuando menos, de verse cubiertos de miseria en un calabozo.

Mientras lo hacía esta relación, volvió a interrumpirme varias veces con sus objeciones, teniendo que valerme de circunloquios y otros arbitrios para darle una idea de los crímenes que habían obligado a aquellos hombres a dejar su domicilio, y con todo eso no podía concebir qué fin los arrastraba a cometerlos.

Fué preciso darle a conocer en algún modo lo que cra nuestro insaciable deseo de engrandecernos y adquirir riquezas; de los funestos efectos del lujo, de la intemperancia, de la malicia y de la envidia. Pero no pude conseguir nada por más ejemplos e hipótesis de que usaba cada vez más negado a comprender que estos crímenes existan realmente, estaba con los ojos bajos sin poder explicar su sorpresa o indignación, como una persona que siente su imaginación herida de una cosa que no ha visto ni oído jamás.