Página:Viajes de Gulliver (1914).pdf/117

Esta página no ha sido corregida
— 116 —

biernos. Los grandes y la nobleza disputan frecuentemente el poder; el pueblo la libertad, y el rey el do:ninio arbitrario. Estas cosas, aunque sabiamente regladas por las leyes del reino, han ocasionado alguna vez partidos, inflamando las pasiones y causando guerras civiles. La última fué terminada con felicidad por el abuelo del príncipe reinante, y la milicia que entonces se levantó en el reino ha permanecido después para precaver nuevos desórdenes.

-

VI

EL REY Y LA REINA EMPRENDEN UN VIAJE HACIA LA FRONTERA, LLEVANDO CONSIGO AL AUTOR. - CIRCUNSTANCIAS OCURRIDAS EN SU SALIDA DE AQUEL PAÍS PARA VOLVER A INGLATERRA.

Siempre conservé en mi ánimo la esperanza de recobrar algún día la libertad, aunque no podía concebir de qué modo ni formar proyecto ninguno con la menor apariencia de acierto. El barco que me había conducido y que había encallado en aquellas costas era el primer buque europeo que se supiese haber aportado allí, y el rey habia dado órdenes muy estrechas para que en cualquier tiempo que se presentase otro, lo sacasen a tierra, y poniéndolo sobre un carro con todo su tripulación y pasajeros, fuese conducido orbrubgrud.

Le Deseaba con vivas ansias encontrar una mujer de mi propia talla con quicu pudiese multiplicar in especie; pero yo hubiera preferido la muerte al cruel destino de procrear en un país donde mis hijos infelices serían forzosamente enjaulados como canarios y vendidos por todo el reino a las gentes de calidad, como unos animalitos graciosos y raros. Es verdad que me trataban con mucha bondad, que era el favorito de los reyes y el recreo de toda la corte en cierto modo; pero todo esto dependía de un concepto inde-