Página:Viajes de Gulliver (1914).pdf/114

Esta página no ha sido corregida
— 113 —

En aquel país está prohibido disponer una ley en más palabras que letras tiene el abecedario, el cual consta de solas veintidós, y aun se ven muy pocas leyes que lleguen a este número. Todas ellas están recopiladas en los términos más claros y sencillos.

Sus ingenios no son bastante vivos y sagaces para encontrarlas diferentes sentidos, y además es un delito capital el escribir comento sobre ellas.

Poseen de tiempo inmemorial el arte de la imprenta, tan bien como los chinos, pero sus bibliote cas no son grandes. La del rey, que es la mayor, apenas tiene mil volúmenes colocados en una galería de doscientos pies de largo donde tuve la libertad de leer todos los que quise. Yo señalaba el que ine parecía, y poniéndole sobre una mesa me subían encima; principiaba la página paseándome entre las líneas hasta su final, que regularmente era a los diez o doce pasos, y volvía sobre la izquierda a tomar el principio de la otra, retrocedicndo siempre a proporción que iba leyendo, y cuando tenía que volver la hoja, aplicaba ambas manos, porque su grueso era como un cartón muy doble.

El estilo es claro, expresivo y dulce, pero sin adorno, porque ignoran absolutamente lo que es multiplicación de vocablos inútiles y variación de expresiones. Leí muchos libros, especialmente los de Historia y Moral, y no fué de los que menos me gustaron un tratadillo viejo que andaba rodando por el cuarto de Glunidalclitch, cayo título era Tratado de la flaqueza del género humano. Aunque no era estimado sino de las mujeres y el vulgo, me movió la curiosidad de ver qué podía decir un autor de aquel país sobre un asunto semejante. Este escritor hacía ver ampliamente toda la dificultad del hombre para ponerse a cubierto de las injurias del aire, y del furor de los brutos, con todas las ventajas que lograban sobre él otros animales, ya por la fuerza, por la ligereGULLIVER.