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sigue nota (1) de páj. 39, dia 11 de enero de 1784

    secundario, pero tiene en ciertos casos gran importancia práctica parte integrante de una ruta de tránsito [n 1].

    Creemos que los términos técnicos usados indican bien la entidad orográfica que se quiere definir brevemente. La cordillera de los Andes es un sistema de montaña tan inmenso, tan especial i tan diferente de las montañas del Viejo Mundo, que su estudio disculpa i aun requiere nuevos términos. Abrigo la esperanza pues que la ciencia aceptará los que acabo de proponer.

    Estas consideraciones nos darán tambien la medida para apreciar las condiciones que el nuevo boquete descubierto por Menendez ofrece como via de comunicacion. Vemos que no se presentan mui favorables a primera vista: su altura es considerable, tiene nieve durante algunos meses del año i los ventisqueros dificultan su acceso. Estos factores son análogos a los de otros pasos ausiliares, los cuales atraviesan un elevado cordon lateral, que faldea un valle lonjitudinal al pié del cordon central, siendo mas altos que los pasos interoceánicos correspondientes. En este caso se halla en el Norte el boquete del Espinacito, que conduce al famoso valle de los Patos, con relacion al paso del Valle Hermoso, configuracion sobre la cual ha llamado nuevamente la atencion el intelijente injeniero i orógrafo arjentino don Emilio B. Godoy. Mas al Sur tenemos en la falda del poniente el mismo caso en el paso de Lipela dado a conocer por don Guillermo Cox en su nunca bien ponderado viaje a la Patagonia i estudiado en su variante por el rio Huauhum por don Guillermo Frick. Este paso del cordon lateral alcanza, segun las observaciones recientes de los señores Pablo Kruger i Oscar de Fischer, de la espedicion del Dr. Steffen, a 1,440 m., miéntras el paso de Chapelco, que atraviesa el cordon central, es solo de 860 m (1,040m. segun Fernandez Vial). Podemos calcular en vista de estos datos que los guarismos de las alturas de los dos pasos atravesados por Menendez (anticipando aquí lo relativo al paso interoceánico que pasó despues) sean aproximadamente los mismos, talvez unos cien metros mas bajos, es decir, de 1,340 i 760 m., respectivamente. Tendremos ocasion mas adelante de calcular la altura de este último por otros datos, resultando con corta diferencia la misma cifra.

    Observo de paso que los primitivos datos inexactos sobre la altura relativa i absoluta de los pasos de Lifen i Chapelco i ademas la equivocacion de Menendez sobre la division de aguas en el paso de su nombre me han inducido a afirmar erróneamente en mi "Orografía", que el paso interoceánico es mas alto que el ausiliar; me apresuro pues a rectificar este error.

    Ninguno de los pasos interoceánicos está hasta ahora abierto directamente sin el uso del paso ausiliar; ellos solos no pueden pues competir


  1. Véase sobre esta clase de pasos Fonck, Introduccion a la Orografía. Valparaiso. C. F. Niemeyer, editor, 1893, p. 94.