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otros argumentos, sobre el tenor mismo de este pacto internacional. Hemos dado a este exámen analítico del Tratado algun desarrollo para probar que sus disposiciones concuerdan perfectamente con los derechos históricos que se deducen del alcance de los viajes de Menendez.

Prescindiendo de estas apreciaciones teóricas la cuestion de límites se resuelve practicamente en el mismo sentido por las leyes de la orografía.

La aplicacion de estas leyes al problema de la estructura de la Cordillera ofrece algunas dificultades en la rejion austral, a la que nos trasladaremos siguiendo las huellas de nuestro autor. Hemos aprovechado la ocasion para dedicarle en nuestras notas una estensa Esposicion orográfica, que nos permitimos recomendar al lector que quiera instruirse en los detalles.

Estamos al fin de nuestra introduccion. Vemos por una parte con satisfaccion que nuestras deducciones sobre la cuestion de límites redundan en una defensa decidida de los derechos de Chile por otra con sentimiento que esta actitud desagrade quizá a nuestros vecinos de la Arjentina, por ser notorio que ellos están acostumbrados a apreciar la cuestion en un sentido diverso. Creemos sin embargo de nuestro deber contribuir a ella con nuestro óbolo por llevarnos una conviccion sincera, adquirida en posicion modesta pero independiente, i por disponer de antecedentes útiles como esplorador mui antiguo i conocedor de la rejion austral. En ningun caso la franca manifestacion de la ver dad i una propaganda hecha con armas leales que se proponga instruir i convencer a los que tengan opiniones diferentes, podrán ser perjudiciales. Nuestro continjente personal en este libro pide por esta razon induljencia como publicacion de carácter en cierto modo polémico.

No debe suceder lo mismo con el ilustre Menendez: su autoridad debe respetarse como superior e imponerse imperativamente a las dos partes como árbitro de la cuestion. El alcance de sus viajes es por sí solo un momento decisivo para su solucion.

La sublime palabra "Pax multa" del Ilustrísimo Arzobispo Don Mariano Casanova ha resonado hace poco con ecos multiplicados en las orillas del Rio de la Plata. El sentimiento na-