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primer órden. El rio Manso es el que ejerce en la configuracion descrita el papel atribuido a aquel rio.

Páj. 101 Bernardo Philippi descubrió el lago Llanquihue en 1841, alcanzando hasta el rio Maullin que detuvo sus pasos. En 1845 recorrió todo su largo por la ribera del Oeste; le reconoció casi todo i llegó hasta Osorno, volviendo en seguida a Calbuco, donde le recibió su amigo el gobernador D. José Ramirez a quien trajo de regalo de los campos fértiles de la lejendaria ciudad un queso como un fidedigno comprobante de la realizacion feliz de su viaje.

Mas abajo debe decir: 1789 (en lugar de 1879).

Páj. 102 El padre Fr. Francisco Conejo se halla anotado en la lista, formada por Menedez en 1784, de los relijiosos de Ocopa establecidos en Chiloé.

Páj. 106 Debe decir: 1790 (en lugar de 1791).


Tomo II

Páj. 7 Un dato curioso, que echa mas luz sobre el lejendario camino de Villarica a Buenos Aires, debemos al benemérito historiador D. Pedro de Córdoba y Figueroa ("Coleccion de Historiadores", t. II p. 63; Francisco S. Astaburuaga . Diccionario). Dice: "En aquella enderechura la cordillera es baja i mas apacible o franca su un penetrable terquedad, ofreció senda para su tránsito, el cual se puede hacer cómodamente en las estaciones del año, aun en las mas ríjidas, cuya conveniencia no desestimaron los españoles todo tiempo que subsistió, teniendo frecuente comercio con Buenos Aires en carretas, de las cuales aun en el dia permanecen fragmentos, lo que recreció la conveniencia de las ciudades del obispado Imperial. El camino era mas abreviado i en todo mas cómodo que el que hoi frecuenta. El comercio con Buenos Aires facilitó el ingreso de negros, i de los que quedaron entre los indios cuando su destruccion, ha procedido una jeneracion de zambos que el dia de hoi, mas juntos que dispersos, manifestando en el pelo i color su projenio". Este autor escribió por los años de 1740 a 1745 (Astaburuaga).

Es singular que Córdoba y Figueroa atribuya a los fragmentos de carretas, de que habla tambien Rosales, segun vimos, un oríjen diferente del señalado por este autor. Es mas que probable que Córdoba no conociera la "Historia de Rosales" ni que tuviera noticia de la célebre espedicion de Jeronimo Luis de Cabrera. Aunque Rosales estuviera sin duda mejor informado que Córdoba, por haber visto las carretas abandonadas i por haber escrito a una época