Página:Viajes de Fray Francisco Menéndez a Nahuelhuapi.pdf/426

Esta página ha sido corregida
— 417 —

visitarnos en nuestro quartel. Su visita se redujo a pedirme yerba y aguardiente de lo que carecemos en un todo. Dicen que en Chiquito Buenos Ayres, y rio negro ay mucho, y que el Coman(dan)te se lo da. El Comandante del rio negro procurando librarse de ellos les daria el papel, y tal vez les diria que aquí se lo dariamos todo.

D.n Nicolas Lopez fué a barquear al que trujo la certificacion, y volvió a media tarde. Dice: que despues de desembarcarlos se retiraba, y que le llamaron porque havia llegado el cacique Chuilaquin: fué a verle y estaba con galones, y lo mismo su capitan. Le saludó y el cacique con mucho imperio despues de preguntarle porque no havia ido yo, le dijo que quanto antes nos marchasemos calladita la boca: Que nuestros caciques Mancúuvunay y Cayeco eran Aucas, que no tenian gente, ni salian de su tierra: que eran de mal corazon y otros improperios, y algunas veces le pasaba el baston por delante de la cara; que si pasabamos a lo de Coluna él iria atras de nosotros; que Coluna era su amigo y que eran de un mismo corazon. En toda esta conversacion le tenian rodeados los Indios. Quiso retirarse, y no se lo permitia hasta que yo fuese. Logro embarcarse dando palabra de que yo le iría a ver, porq.e le costaba que yo tenia deseo de hablarle.

Este cacique es un Indio de mucha autoridad y poder entre esta gente, porque tiene muchos conas (soldados) y fué juntando muchos mas [1]. Están al sur de la laguna mas de quatrocientos


    vivieron entre ellos muchos años como prisioneros. Darwin conversó en 1833 con uno de ellos, que era entónces un hombre de edad mui avanzada[n 1].

    Fué este un trájico ejemplo de la indole cruel i pérfida de los indios que se ha esperimentado desgraciadamente en todo el tiempo i en igual proporcion mas o ménos en ambos lados de la Cordillera.

  1. El atento lector, que haya seguido el hilo de nuestra historia, habrá notado ya que la susodicha carta o mas bien certificado introduce ella al famoso cacique Chulilaquin, el mismo que habia desempeñado un papel prominente pero siniestro en el viaje de Villarino, siendo que este célebre marino por causa de él fracasó en su empresa de abrir una comunicacion con Valdivia.

    Esta segunda e inesperada aparicion de Chulilaquin en nuestro campo de esploracion no se habia señalado hasta ahora por ningun autor. Ella


  1. Quezada l. c. p. 161, 230 1631: Antonio Cramur, Reconocimiento del rio Negro, 1822, en Angelis, t. VI; Darwin Viaje t. I. p. 188.