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(solo una vez lo hicieron), no tratan de hacer propaganda de sus principios negativos; hé ahí por qué no se les obliga. Además, hay una circunstancia que importa sériamente en las consideraciones de las autoridades: la luz que los envuelve es algo semejante á esos resplandores fatídicos que de tarde en tarde, suelen rodear la cima del Nevado de la Consagracion."

—"El que yo denominé Nevado de Famatina?"

—"¿Verdad?"

—"Sí; Seele me propuso darle nombre, y yo adopté aquel."

—"Reminiscencias?"

—"Inevitables. Pero decidme, ¿y si algun dia los Theopolitas pretendieran iniciar la propaganda?"

—"Incendiariamos su ciudad, como la incendiaremos tambien el dia que tengamos suficiente enerjía para vengar la afrenta que nos hicieron en épocas pasadas."

—"Y eso es el cristianismo que habeis aprendido? ¿No es una de las bases fundamentales de la gran doctrina el perdon de las injurias?"

—"Hay algunas que son metafísicamente abominables."

—"Convenid conmigo en que todo es relativo, y que lo que para unos puede ser un insulto, para otros es un alhago."

—"En el fondo de nuestra conciencia no existen, relatividades de ese género."