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El Voltaire Marcial comenzó á girar, su luz á disminuir lo mismo que su cuerpo.

Un momento despues, éste se había reducido mas de la mitad, porque parecía que la rotacion lo evaporaba. Todos los habitantes de Theosophopolis que habían asistido á la ceremonia empezaron á trazar sus órbitas rosadas ó pálidas al rededor del anciano, imájen fiel del torbellino etereo en el que el Voltaire Marcial iba á penetrar momentos despues.

La luz, el movimiento giratorio, el canto, lo. escena en fin, todo contribuia á acentuar mas el caracter de la ceremonia.

—"¡Doctor! Doctor! no puedo girar mas."

—"Nic-Nac! Níc-Nac! yo tampoco."

Pero en aquel momento los resplandores se debilitaron, y cesó la rotacion, y acercándonos al prisma, buscamos la forma del Voltaire.

Todo fué inútil:—se había evaporado; su cuerpo llenaba el templo en estado de gas y su espíritu flotaba ya en el éter, junto con los otros espíritus imájenes que lo pueblan.

CAPÍTULO XV
una doble observacion

Había llegado el momento de retirarnos.

Primero los Theopolitanos, en seguida los habitantes de Sophopolis, y por fin los sacerdotes, salieron del templo, y cuando este quedó vacio, las