—"¡Cómo! ¿no sabeis lo que representa?"
—"Nó."
—"Es singular."
—"Opino, Doctor, que ni siquiera es plural."
—"¿No reconoceis á Jesu-Cristo?"
—"¡Jesu-Cristo!"
—"Sí; en Marte, lo mismo que en la Tierra, segun parece, lo llaman Nuestro Señor de la columna."
El doctor era hombre de verdad (preocupacion terrestre) y por lo tanto, debía creerle.
Pero ¿cómo reconocer aquella figura?
Una estátua de tamaño natural, representando un hombre vestido con robe-de-chambre de terciopelo lo mordoré (En Marte tambien se habla francés) bordado de oro, una cadena del mismo metal suspendida del rico cinturon-cuerda de seda, y un reloj de plata dorada, adornado con vidrios de colores con pretensiones de piedras finas; una abundante cabellera de rizos y un rico lente de cristal de roca, suspendido del cuello por un cordon de oro.[1]
—"Doctor! teneis que admitir que he tenido razones muy aceptables para no reconocer al Cristo."
—"Os engañais, señor Nic-Nac, debisteis reconocerlo."
Ignoro por qué, pero el Doctor así lo creía.
- ↑ Lo que no os espantará, mortales de la Tiera, porque habeis visto mas de una vez un escarnio semejante.Nic-Nac.