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Las convulsiones aumentan.... siento un calor particular.... fiebre......

Las imájenes terrenales van perdiendo su intensidad... solo percibo bultos... Ah! la familia... galera, botas, pulso, reloj... médico!

Un bulto, un médico, me toma la mano... su mano es de hielo... me estremece! ¿tendrá su corazon como la mano?... infeliz.... porqué no ha consultado á Seele?

Me mira...... apenas le distingo.

—"Está moribundo!" dice en voz baja, y sonrio al oirle, porque mi espíritu que vá recobrando yá la libertad, al contacto del médico, aumenta la intensidad de sus sentidos.

Al examinar mi sonrisa exclama "Loco! muere loco!"

Sonrío nuevamente; el médico retrocede.

—"Qué bien sería darle algun alimento!" dice. Vuelve á tomarme el pulso. "Ha muerto! Qué bien hubiera sido alimentarle en sus últimos dias! Ha muerto!"

Muerto! já! já! infelices ¿no sabeis que recien ahora estoy vivo, y que el espíritu y la imájen, flotando ya en el éter de las almas, goza de toda la actividad del espíritu universal? Muerto! ¿llamais muerte al momento supremo de la gloria? ¿No veis mi espíritu que se eleva? ¿No lo veis? ¿No reconoceis la imájen?