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nores sobre Llanquitrue a los presentes que le habian conocido, í reuniendo esos informes a otros datos que me habia proporcionado el señor Otto Muhm de Valdivia que habia conocido personalmente a Llanquitrue, puedo presentar una relacion suscinta de la vida i muerte de este cacique célebre en toda la pampa.

El padre de Llanquitrue era cacique en Puelmapu (tierra del Este), pero dependiente del cacique predecesor del actual Calfucurá. A la edad de seis años cayó en manos de los Picun-pehuenches, i con ellos vino a Chillan. Allí estuvo sirviendo de criado; pero, como a todos los indios, le gustaba mas la vida libre de la pampa con todas sus emociones que la tranquila monotonía de la vida civilizada, i se arrancó, volvió a lo de Calfucurá i fué promovido a cacique en lugar de su padre que habia muerto durante su cautiverio.

Estimado por Calfucurá a causa de su valor, se distinguió Llanquitrue mucho en todas las batallas contra los arjentinos. No tardó en concebir algun recelo Calfucurá, temiendo la superioridad del talento de Llanquitrue i quiso matarlo. Llanquitrue tuvo la suerte de escaparse con los mocetones que mandaba, i que le eran adictos; se fué al Sur del Limai i venció a una tribu de Tehuelches. Juntos los vencido i vencedores bajo las órdenes de Llanquitrue, marcharon al Norte, i atacaron a Calfucurá. La suerte de las armas favoreció igualmente a los adversarios i cuando lo visitó el jóven Muhm, Llanquitrue i Calfucurá eran igualmente poderosos, pero siempre contrarios. Era en ese tiempo un hombre de veinte i seis años de edad, mui ladino. No era alto pero tenia una figura imponente i de frente desarrollada; su rostro aunque feo, era dotado de mucha espresion de franqueza i de audacia. Era mui magnífico en sus vestidos; casi siempre, me dijeron los que le habian conocido, llevaba casaca fina, sombrero blanco, con un chiripá azul i calzoncillos bordados; nunca quitaba su sable el cual con las cabezadas, avios, frenos, canelones, estriberas i estribos, todo era de plata maciza. Le gustaba tambien que los mocetones que le escoltaban anduviesen tan magníficos como él.

La historia de sus primeros años, fué relatada por él mismo, al señor Muhm; concluyóla diciendo: en el tiempo que gobernaba mi padre, no vino ningun español por acá, pero ahora vienen. Sabeis vosotros los alemanes, que Udes. son nuestros parientes; eso es mui verdadero: ved cerca del sol vivia un padre con sus dos hijos; i los hijos se casaron, i tuvieron muchos hijos. Los ganados multiplicaron, i no habia lugar en el pais en donde pudiesen vivir sin incomodarse, i una parte salió de allá i llegaron aquí. Antes eramos tan blancos como