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los; en cajitas pequeñas tienen lápices de pintura con los que hacen dibujos. Estas pinturas son; arcillas chloriticas i otras rojas i amarillas. Cuando todos los cueros que deben componer la guaralca estan listos, los cosen en mayor o menor número segun las dimensiones de la guaralca que se quiere confeccionar.

Para coser se sirven de una lesna de zapatero, i de nérvios de choiques, o caballos, pero son mejores los de choiques (Avestruz). Se ve que las materias no son de primera calidad, sin embargo apesar de la imperfeccion de los instrumentos, es mui curioso ver con cuanta solidez i rapidez suelen hacer estas operaciones.

En cuanto a los ponchos i frazadas, los tejen como se vé diariamente hacerlo a las mujeres en Chile.

Sus diversiones son los bailes que suelen celebrar los indios i visitas a sus parientes i amigas de las tolderías vecinas. Estos bailes, se celebran sin motivo particular, solo como un pretesto para agotar algunos barriles de aguardiente que se han procurado los indios. Se desnudan de sus huaralcas i ponchos, reservando solo un pequeño chiripá para cubrirse; se adornan la cabeza con plumas de avestruz i princpian la ceremonia bailando al rededor de unas pieles, al sonido de tambores de cuero i de los monotonos alaridos de las chinas. Este ejercicio va aumentando hasta que sucumben con las repetidas libaciones. Las mujeres son solo espectadoras.

A estas diversiones van solas; se les trae caballos, ellas mismas los ensillan, principian por poner un monton de cojines de cuero llenos de paja, unos encima de otros, que sobrepuestos componen al fin una especie de cilindro bastante alto para que las piernas de la china sentada encima apenas alcanzen al pescuezo del caballo.

No suelen usar estribos; una cinta en cuya riqueza ponen su coquetería i que dá vuelta al pescuezo del caballo, las ayuda a montar. Todas son aficionadas al caballo; me recuerdo que, cuando se paraba un caballo de algun chasque, delante de los toldos, luego las hijas de Antileghen, quiero decir las menores, lo montaban i se iban cabalgando a carrera por la pampa. La china lleva tambien sus hijos a caballo, aunque sean de pecho, para eso tienen cunas en forma de círculos, de manera que puedan colocarse encima de los caballos. Son hechas de palos entrejidos, una tablita guarnecida de un colchoncito i fija encima de la curva, recibe al niño. Así se iban a pasear a caballo mis lamuenes, (hermanas) del Caleufu, i tambíen mama Dominga, la mujer de Jacinto, cuando iba a buscar sacos de manzanas a Huechuhuehin, espediciones a la vuelta de las cuales me reservaba en