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Despues conversando a parte con Motoco, me dijo que si no conseguia ir a Patagónica con Inacayal, podria pasar con Cachiman hijo de Huitraillan. Los indios de Huitraillan no siguen el mismo camino que los de Huincahual. Aquellos toman por la orilla Norte del Limai, pasan a nado el rio Comoé o Neuquen que Villarino llamó equivocadamente el Diamante.

Por este camino hai poca caza; algunas veces los indios se ven obligados a matar caballos para comer. Otras veces tambien pasan el rio para ir a la banda del Sur en donde hai muchos guanacos i avestruces. En este caso dejan las caballadas en la banda setentrional. Pero este camino del Norte tiene sus ventajas; se anda solo por arena, mientras que en el del Sur hai muchas piedras que lastiman en poco tiempo las patas de los caballos, i ademas se evita la famosa travesía en donde no hai agua durante un dia i una noche, i es preciso manear los caballos para no perderlos. Un poco antes de llegar al Puerto-Carmen los indios pasan a la banda Sur del Limai. Tales fueron los informes que me dió Motoco sobre el itinerario de los indios de Huitraillan.

Yéndome por este camino esploraba todo el rio Negro, pero Villarino habia dado muchos pormenores sobre su curso i me parecia mas interesante para la jeografía seguir el camino del Sur. Asi atravesaba la Patagónica en toda su anchura, viaje que ninguno habia realizado hasta entonces. Dije a Motoco que me iria con Inacayal.

A la tarde se fué Inacayal a los toldos del otro lado del Caleufu en donde estaban los indios jugando a la baraja. No conozco jente mas aficionada al juego que los indios, hai unos que empeñan hasta su último caballo; Inacayal no llevaba este vicio al exceso: me dijeron que rara vez empeñaba cosas de mucha importancia.

5 de marzo.—Este dia sucedió una desgracia a Lenglier: habiendo ido segun su costumbre a fumar una cachimba al círculo de chinas que cocinaban cerca del fuego, perdió su cuchillo. Una de estas señoras se lo robó. En un pueblo poca importancia tiene la pérdida de un cuchillo; no es lo mismo en las pampas en donde esos utensilios son mui escasos i de primera necesidad, porque como no se come sino carne asada; sin cuchillo, uno debe servirse de las uñas, cosa poco agradable. En fin, mediante un par de calzoncillos obtuvo un cuchillo viejo.

En la mañana todas las mujeres se hallaban sentadas al rededor de los fuegos, que eran dos, porque siendo mui escasa la leña no se