Página:Viaje en las rejiones septentrionales de la Patagonia.djvu/173

Esta página ha sido validada
— 157 —

hijo recien llegado, todos en el toldo del viejo cacique; enseguida trajeron lo que habia sobrado del aguardiente. Entonces principió un coloquio mui animado; unas veces en tono de coyagtun, otras de conversacion particular; el todo mezclado de frecuentes libaciones. Tenia muchas ganas de saber lo que decian, pero el tono de coyagtun que usaban por momentos prohibia que se acercasen otros, i como dijese a Gabino Martinez que me tradujera lo que trataban, me dijo que no se podia porque los cuatro hablaban para sí solos, aunque al hablar gritaban como demonios.

Pero al dia siguiente, me contó el lenguaraz Dionisio, que Inacayal i Huincahual habian hecho sangrientos reproches a Paillacan sobre su conducta para conmigo e Inacayal, que Paillacan no hizo mas que repetir que hubiera hecho mejor matándonos la primera vez, i que por último se habia animado Inacayal i le habia amenazado, i quien sabe lo que hubiera sucedido si Paillacan completamente ébrio no hubiese montado a caballo e idose a sus toldos.

4 de marzo.—En la mañana vimos llegar por la quebrada que baja de la gran meseta del Caleufú, dos hombres, de los cuales uno venia con lanza. Eran Motoco Cárdenas i un chasque de Huitraillan. Contaba que habia llegado una partida de indios de aquella tolderia que venian de Patagónica, trayendo unas cartas para Huincahual e Inacayal. Una era del coronel Murga, i la otra de Huentru-nahuel (tigre macho) pariente de Huincahual i que habiendo acompañado a Juan chileno en el precedente viaje a Buenos-Aires habia esperimentado algunas desgracias ocasionadas por las mujeres de esa ciudad, por cuya causa habia debido quedarse allí. Se reunió el consejo precidido por Huincahual en una ramada situada delante del toldo de Inacayal i se leyeron las cartas.

El objeto de las cartas era siempre el mismo, los tratados de paz. Solamente lo que habia de mas era que manifestaban la conveniencia de que Foiguel hijo mayor de Paillacan, fuese con Inacayal a Patagónica. De esa manera estando presente los hijos de los caciques de mas fama en las pampas, los tratados tendrian mas solemnidad. Fué convenido que se man daria un chasque a Paiilacan sobre este asunto, i en seguida, segun la costumbre despues de cada consejo, las mujeres trajeron a cada uno un plato de comida. Esta vez la carne venia mezclada con una especie de mazamorra, parecida a una pasta de fideos molidos. Motoco nos dijo que era hecha con quinoa [1], semilla de una planta que usan tambien los indios de Chile.

  1. Chinopodium quinoa (Lineo).