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En todo ese dia orillamos el Calle-calle: todos los terrenos que atraviesa este rio son fértiles i tanto mas a medida que se acercan a la orilla; la capa vejetal es espesa i descansa sobre arena i cascajo menudo. El rio no tenia mucho caudal cuando lo orillamos, pero se dice que en el tiempo de las inundaciones periódicas, el Calle-calle cubre una legua a la derecha, i forma como un vasto lago en el que nadan millares de manzanas arrastradas por la corriente del pié de los árboles; i de los dos caminos que conducen de Valdivia a Arique, uno solo es practicable en el invierno, el otro que atraviesa el valle se cubre por el agua. Atravesamos bosques de manzanos, embalsamados por el perfumado olor de las flores de la murta [1], fruta que tuvo el honor de ser cantada por Ercilla.

Arique es el primer pueblo que se encuentra en el camino, pero las casas no están agrupadas al rededor de un centro comun, sino desparramadas a los lados del camino. La iglesia pintada de rosado hace mui buen efecto en medio de los campos verdes.

Allí alojamos, en casa de don Francisco Lagisse, aleman que en ese punto ha establecido una fábrica de aguardiente de grano: al dia siguiente salimos para Huitri, fundo perteneciente a don Atanasio Guarda, adonde llegamos a la noche, despues de haber atravesado cinco veces los brazos del Calle-calle que dan numerosas vueltas, unas veces por arenales, otras al pié de colinas cuya formacion aparece bien marcada, compuesta de capas estratificadas de arena, arcilla i piedras redondas.——En una de esas vueltas, en la confluencia con el rio de Quinbhilca se encuentra la pequeña aldea del mismo nombre, formada de unas cuantas casas. Todo el camino hasta Huitri, es por manzanales, pampas pequeñas i potreros cortados por una que otra colina. Esta es la parte de la provincia de Valdivia que se llama los Llanos i se estienden hasta Osorno. Estos terrenos son efectivamente bajos, aunque su horizontalidad no es tan perfecta como la del llano de Santiago. Los campos en parte están privados de esa formidable vejetacion que cerca de la costa hace tan trabajoso el cultivo: sobre ellos caen directamente los rayos del sol, con cuya influencia alcanzan las siembras su perfecta madurez. Espesa es, como ya lo llevo dicho, la capa de tierra vejetal, que descansa sobre arenisca i cascajo menudo. La indicación de algunos de sus pastos naturales bastará para dar una idea de la calidad del terreno a cualquiera que conozca un poco el cultivo usado en Chile. El trebol [2] i la gualpu-

  1. Mirtus murta (Mol.)
  2. Trifolium.