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CAPÍTULO IV.


POBLACIÓN.

Extranjeros y argentinos. — Los puntos poblados. — Los Onas.—La vida del Ona y sus costumbres.

Individuos de numerosas razas y naciones ocupan la antigua kori kinká (Tierra del Fuego), Onayuska ú Onaisin (Tierra de los Onas), confundiendo paulatinamente sus elementos étnicos, pero conservando bien determinadas sus clases sociales.

En busca de fortuna, de aventuras, de refugio, huyendo de sentencias que quizás abrieron las puertas de las cárceles de la patria lejana, de tránsito unos. otros atraidos por las infinitas bellezas australes ó cumpliendo misiones humanitarias, vénse radicados ó recorriendo las llanuras y las montañas, viejos noruegos y suecos cazadores del Polo Norte, marineros ingleses, mineros y pescadores, alemanes, italianos, indios, chinos ó japoneses.

Es una extraordinaria asamblea de lenguas, cultos y nacionalidades.

Es una California.

Obsérvase allí que la propiedad y el trabajo, salvo unos muy pocos individuos está en manos de los extranjeros; los puestos rentados por la nación siempre desempeñados por los argentinos y que el indio no es allí más que un pária, perseguido más bien que protegido, odiado más bien que perdonado por el pecado de ser indio. Viejo rasgo de la tierra americana, convertido en un sentimiento y una práctica por el hábito de los siglos.

Los ingleses sou preferentemente estancieros que eu la parte norte de la isla han formado la región ganadera, constituyendo el foco de la mayor producción, por el gran número de haciendas que han reunido.

En buena armonía entre ellos, pertenecen todos á la mejor sociedad inglesa, de la que han traído sus costumbres y aficiones.

Causa verdadero placer visitar los hogares de aquellas gentes, aute cuyo confort, pronto el viajero olvida las apartadas regiones en que se encuentra.

Las grandes condiciones de la región y el espíritu de trabajo de que fueron poseídos, aumentó rápidamente los capitales que ellos llevaron, y, en posesión hoy de valiosas fortunas casi improvisadas, demuestran, con su presencia, que Tierra del Fuego es realmente una comarca de inmenso porvenir.