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CAPÍTULO I


HISTORIA Y BIBLIOGRAFÍA

Descubrimientos y Exploraciones de los Españoles. Portugueses, Holandeses é Ingleses — Los viajeros modernos — King, Fitz Roy y Darwin, Bove, Popper, La Romanche, Labille, Gallardo, Nordenskjold y Payró, la South American Missionary Society y sus misioneros. Ushuaia y Río Grande.

En aquel apartado archipiélago en que dán su adiós al mundo los esplendores de la tierra americana, en un poliorama de formas y colores, hacinamiento de islas y laberinto de montañas, ora cubiertas de bosques, ora de nieves, se amontonan también incalculables riquezas, por cuya posesión, el salvaje y el hombre blanco, han luchado durante siglos.

Hay oro en el seno de las montañas: el minero lo busca, removiendo los lechos de los arroyos, de los ríos, y las arenas de las costas marinas; las ricas maderas de sus bosques dan vida en los antros de las selvas á numerosos aserraderos; con las preciadas pieles. la india hace quillangos de guanaco, y el lobero busca en las playas cueros que sólo se pagan con libras esterlinas: los tupidos pastizales de las llanuras se presentan ya rodeados de cercos, se alzan las habitaciones de sus propietarios, se ahondan los caminos las lejanas comarcas australes se desenvuelven rápidamente; todo anuncia el más risueño porvenir, favorecido por las riquezas naturales y aún más por su ventajosa posición al paso de las embarcaciones que, camino del Atlántico al Pacífico, se detienen en sus puertos.

Pero el temido mar del Sur se revuelve en sus canales: á poca distancia unos de otros, vense cascos viejos de barcas naufragas, ó grandes trasatlánticos desarbolados, terribles tributos con que el navegante paga las riquezas que la Naturaleza ofrece á su ambición.

Allí, más que en ninguna otra parte, ante los esplendores del escenario y los despojos del hombre. se siente el deseo de interrogar el porvenir. El mismo cuadro responde invariablemente. Vuelve primero la vista hacia el pasado.

Y efectivamente, no se puede valorar el rápido progreso de aquellas regiones, hoy vencidas por la actividad y el capital, sin conocer la larga lucha, sostenida en aquel suelo, inclemente ayer, y ahora próspero y felíz.